Me inspiro en el odio y no en el amor. Me inspiro en los celos, la envidia y la traición, en los recovecos más tenebrosos y retorcidos de la naturaleza humana. ¿Por qué? Tal vez porque solo puedo escribir sobre aquello que conozco y la pureza de sentimientos tales como el amor, la amistad o la familia no están en el sinuoso repertorio de mi colmada memoria llena de terrores, secretos y castigos. Después de todo mi pluma es tan negra como mi corazón y precisamente es ella quien escribe mis palabras, quien da vida a mis letras muertas y revive mis más oscuras pesadillas, esas que duermen en un recóndito rincón de mi alma, un alma tan negra como el corazón que tiñe mi pluma.
No es sorpresa (o tal vez sí) la reacción dual que han despertado mis historias. El morboso éxito que se esconde tras el espejismo del horror y la cruel crítica social, mientras mis novelas pasan de mano en mano y se leen a escondidas con incalculable avidez tras falsas portadas. Al fin y al cabo la hipocresía es el traje predilecto de la humanidad.
¿Y por qué escribo esto? ¿Qué me ha llevado a desnudar mi alma con palabras sinceras? Yo también me lo pregunto. Puede que debajo de toda esa oscuridad, desesperanza y escepticismo, yo también busque un rayo de luz, una diminuta vela que haga tambalear los cimientos de mi historia, me haga replantearme mis principios y me de un atisbo diminuto de esperanza. Al final yo también soy humano y bajo mi disfraz de hipócrita desesperación vivo aferrado a los restos de la caja de Pandora, temeroso de abrirla y descubrir que ni siquiera queda la esperanza en su interior.
OOhhh, me gusta, me gusta. Yo también espero ese rayo de luz a ver cuándo llega!
ResponderEliminarJa ja ja. Gracias, gracias. Sería el prólogo de una nueva historia que se me acaba de ocurrir (de esas que no escribiré nunca). La Pluma Negra es el seudónimo de un misterioso novelista que pública novelas que han despertado un gran revuelo social x su oscura trama. Julie es una joven obsesionada con sus novelas y dispuesta a todo por descubrir la identidad tras el escritor. Todo ambientado en un tenebroso Londrés del siglo XIX.
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