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sábado, 26 de febrero de 2011

Ruinas de amor

Me destruiste con tus palabras
y me reconstruiste con tus mentiras
y ya no quedan sino ruinas
en el corazón donde vivías.

Con sueños vanos e ilusiones
erigiste un castillo en las nubes,
me coronaste tu princesa
y con el primer beso de azufre
me entregaste a las llamas
de una pasión desenfrenada
y con la primera ráfaga de viento
voló el palacio sobre el cielo
y no quedaron sino cimientos
donde dormir mis cenizas.

En el cementerio de mis emociones
una lápida sin nombre
donde duermen
todos tus recuerdos
y en tu puerta
un buzón sin placa
que solo habla de silencio,
de una ilusión vana
que se llevó el viento.

¿Volverán a visitarme tus fantasmas,
a la princesa de los cimientos
de un palacio de promesas
derruido por el viento?
A la princesa de la ruinas
de un corazón desconsolado
habitado por los suspiros
de un recuerdo enamorado.

viernes, 18 de febrero de 2011

Sitting with my cigarrette

Sitting alone in the park
watching my cigarrette die
with nothing else to do
time comes and pass by
and I remenber you
sitting beside me,
drinking, talking, laughing
and letting me sing
and I ask myself
if you'll be somewhere
thinking of me, maybe.

I'm still the kid I used to be,
the one you left behind
I wonder if you've grown up
and realized your dreams.

Sitting alone in the park
watching my cigarrette's smoke
fly to the open sky
I wish you'd see its cloud
and think of me
as I remenber you
sitting beside me
drinking, talking, laughing
and speaking about your dreams
always withs sparks in your eyes
like sunshine in the sea.


I'm still the kid I used to be,
the one you left behind
I wonder if you've grown up
and realized your dreams.

I'm still sitting in the park
beside your memories,
the kid wich loved your smile
and wished for your dreams.


I'm still the kid I used to be
trapped into your memories
wishing for your dreams
without anything left
but this diying cigarrette
and my throbbing heart
thinking of you
waiting for you
in the same bank in our park
watching the clouds and the time
come and pass by
wondering if you see them too.


I'm still the kid I used to be,
the one you left behind
I wonder if you've grown up
and realized your dreams.


domingo, 13 de febrero de 2011

Incomprehensible

You brake my heart and then you mend it
you shout at me and then you cry
you kiss my lips and then you say goodbye

How I'm supposed to understand?
your incomprehensible behaviour
it's driving me nuts.

You smile at me and then you seem so angry,
you embrance my body and then you push me away
and nothing seems to be on the right place
whenever you come my way.


You brake my heart and then you mend it
you shout at me and then you cry
you kiss my lips and then you say goodbye

How I'm supposed to understand?
your incomprehensible behaviour
it's driving me nuts.

I'm unable to follow your requests
are you playing some sort of game?
asking me to come and then leaving my place
Am I the puppet in your play?

How am I supposed to understand?
your incomprehensible behaviour
I'm unable to understand
your incomprehensible behaviour
and you are driving me nuts.

On a long journey to insanity
I've got the first ticket,
one to the infinity
of your love tickles.

You are making a fool out of me
coming and then leaving,
calling and then hanging
mending the heart you broke,
smiling after you shout,
kissing and running,
embrancing and hiding
but I'm still hanging here,
a puppet in your hands,
you are my game master
'cause I still love you,
I'm a loving fool,
a fool in your arms.


You brake my heart and then you mend it
you shout at me and then you cry
you kiss my lips and then you say goodbye

How I'm supposed to understand?
your incomprehensible behaviour
it's driving me nuts.



I hear your call

I hear you call me
but I can't reach you,
I look for you on my dreams
but you are nowhere
Then, why do I hear your call?

Tell me, baby,
where are you?
are you thinking of me?
I don't seem to be able to let go
Why do goodbyes hurt this much?
I don't seem able to cry nor smile
since you are not here today.

I hear your voice
but you are nowhere

Unable to go on,
unable to come back,
trapped in my dreams,
I hear your call
time and time again
you are calling me,
but when I look back
you are nowhere
to be found.

Did I imagine everything?
Was your voice just a fantasy?
A cry for eternity?
Or are you calling for me silently
from your soul to infinity?


Tell me, baby,
where are you?
are you thinking of me?
I don't seem to be able to let go
Why do goodbyes hurt this much?
I don't seem able to cry nor smile
since you are not here today.

I hear your voice
but you are nowhere

(bis)

My hands reach for you
and fall and fall and fall


jueves, 10 de febrero de 2011

El baile de la reina

El rey coronó a la reina
con una corona de espinas,
sus lágrimas de sangre roja
como el ácido de sus mentiras.

Bailó desnuda en su banquete
con sus espinas y sus disfraces
ante los hombres que la tuvieron
y juraron fieles sus estandartes.

A cada unos de los comensales
que le juraron amor eterno
la reina les regaló una rosa
y con sus espinas hizo correr la sangre roja.

El rey bebió en copa dorada
la sangre de sus mentirosos
y dejó que la reina coronada bailara
vestida de escarlata y oro.

La reina baila desnuda
con su corona de espinas
entre los cuerpos de sus amantes
con solo su piel vestida
y gira con sus fantasmas
y muere con sus espigas
bajo la mirada acusadora
del rey que no la quería.

domingo, 6 de febrero de 2011

Diario de Una Mujer sin Burca 1

Ya lo profetizaron los mayas y los aztecas, el año 2012 sería El Fin del Mundo según unos y Un Cambio según otros. Si hay algo de verdad en esa vieja profecía hasta el día de hoy lo ignoro, pero sin duda aquel fue el año en que mi mundo se vino abajo y cambió irremediablemente para siempre el curso de mi vida.

Hasta entonces había vivido protegida en un capullo de seda. Ajena al mundo encerrada en mi cómoda vida de estudios y más estudios, sin pararme a considerar la situación del mundo ni las dificultades de la vida a mi alrededor. Todo aquello no me concernía encerrada como estaba en mi carrera y en mí misma, estancada en aquella etapa de mi vida. Probablemente prefería no saberlo, cerrar los ojos al mundo que poco a poco se iba consumiendo, protegida en mi crisálida con una falsa sensación de paz y tranquilidad.

Pero seguramente no era la única, a mi alrededor el mundo vivía igual que yo. Tal vez por ello la tragedia nos tomó a todos por sorpresa, como una aguja que explota de pronto la comodidad de nuestra burbuja y no somos capaces de actuar.

El conflicto comenzó en el norte de áfrica, peligrosamente cerca de nuestra casa y sin embargo, en lo que nosotros consideramos un mundo tan lejano que nunca podría tocarnos. Observamos desde fuera las guerras, las peleas y conflictos incapaces de comprender nada. Me pregunto si en aquel momento alguien lo vio venir. Probablemente no y si lo hizo sería como una idea alocada que cruza un instante tu mente y la rechazas al segundo siguiente como inconcebible para la paz de tu vida segura y tranquila, la vida que has vivido siempre. Tampoco creo que esperarlo hubiera cambiado nada.

Por ello nos tomó a todos por sorpresa cuando el conflicto escaló y de pronto cruzó el mediterráneo y llamó de lleno a nuestra puerta. No estábamos preparados para la guerra y el país cayó en apenas unos días sin presentar batalla. Y entonces el mundo se vino abajo, la famosa era contemporánea de la que todos estábamos tan orgullosos se derrumbó y regresó la oscuridad de una edad media que preferíamos no recordar. Las mujeres que habíamos vestido minifaldas sin preocupaciones, que incluso habíamos hecho topless sin vergüenza en la playa nos veíamos forzadas de pronto a llevar pañuelos en la cabeza, a no mostrar un solo cabello y a cubrirnos hasta el último palmo de piel. Mujeres profesionales forzadas a abandonar sus carreras y sus trabajos, a no ser nada, a perder sus vidas... todo en un instante, de un solo plumazo. El mundo se vino abajo tan rápido que hubo tiempo para asimilarlo, y tan sin sentido para nosotros que no fuimos capaces de comprenderlo.

Y sin embargo la tragedia no me sacudió de lleno hasta aquel innombrable día de mayo, el día en que mi vida terminó. Hombres y mujeres por igual se reunieron en la plaza tal y como dios los trajo al mundo para protestar, para luchar por sus derechos, para gritar al mundo que querían la libertad que habían perdido, la libertad para vestir como quisieran, para mostrar su piel que después de todo era suya, para proteger sus profesiones y sus creencias. Nadie se detuvo a escucharles. Los tanques rodearon la plaza y dispararon a matar. Los gritos se dispersaron en un baño de sangre y la libertad terminó tan pronto como había empezado. Los adoquines se tiñeron de rojo y en el mundo se hizo el silencio. Fue una masacre.

Tenía 21 años. Aquel día en aquella plaza lo perdí todo. A mis padres, a mis tías y tíos e incluso a mis amigos. Todo voló dejando tan solo un río de sangre, como si nunca hubieran existido. Aquel día yo también debería haber estado allí luchando por la libertad que nos había sido arrebatada y sin embargo me quedé en casa con la excusa de que tenía que estudiar, como siempre ajena a todo, al mundo que estaba a punto de derrumbarse. Puede que en alguna parte de mi alma presintiera el peligro, en un recodo de mi ferviente imaginación al que nunca hacía caso, y por ello decidiera no ir. Hasta el día de hoy no me lo perdono, no haber ido, no haber luchado porque no fueran y haber protegido lo que me importaba. Quedarme atrás como una cobarde, ocupando mi mente en pensar cosas triviales. Si aquellos que perdieron la vida en aquella plaza fueron héroes o necios hasta el día de hoy no lo sé. No creo que fueran conscientes del peligro que les acechaba cuando tomaron las calles sin miedo con sus ideales como único estandarte. Protegidos como siempre habíamos vivido, arrebujados en la paz de nuestras vidas alejadas de la guerra y la violencia, aquellos actos salvajes nos parecían una utopía lejana, una historia ficticia de un lejano país sin nombre. Hasta que la carnicería bañó nuestras calles y el país quedó mudo de espanto. Pero una cosa no voy a negarles a todos ellos, fueron valientes al morir luchando por sus ideales, demostraron un valor del que yo carecí, algo que admiraré siempre mientras lloro cada una de sus muertes.

Aquella noche en que lo perdí todo, sumergida en la incredulidad y la desesperación, fue la primera vez que publiqué mis pensamientos y protestas en internet bajo el nombre "Mujer sin Burca" poniendo en práctica un par de trucos que conocía para esconder mi identidad. Aquel pequeño acto de insurrección era todo a lo que me atrevía,mi único coraje. Siempre se me había dado bien la guerra de palabras y aunque no creía que mi voz fuera a ser escuchada, necesitaba gritar aunque fuera sin sonido en un frío mundo de ceros y unos. Entonces no podía sospechar que aquel pequeño discurso escrito, aquel amasijo de penas, gritos e ideales que escribí para desahogarme, no sería más que el comienzo de un movimiento liberal que sacudiría mi vida más de lo que podía imaginar.