La música que nace de tus labios
me canta al oído,
bajito, muy bajito
una canción de amor,
dulce serenata para mi corazón.
La luz que nace de tus ojos
me envuelve como pétalos de rosa,
su caricia suave y satinada
desprende el perfume de tu alma,
me acuna a soñar.
Pero despierto en un mundo sin música,
la luz de tus ojos fría y distante,
tus labios ya no son mis cantantes,
la letra de nuestra canción ha cambiado,
ya no hay armonía para el amor.
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