La tristeza que nubla tu mañana,
vaho empañando el ventanal de tu mirada,
la calidez de un corazón resguardado
que se ha topado con la fría realidad.
Los días de lluvia
cuando las lágrimas rozan tus ojos
aún escribes su nombre en el cristal,
dime, niña de ojos tristes,
¿a quién intentas llamar?
El ventanal empañado de tus ojos,
reflejo de un corazón enamorado,
poco a poco la realidad va calando
hasta que el frío se asienta en tu interior
y descubres que el amor escrito en vaho
como un sueño se ha evaporado
y quedas frente a frente con la realidad.
La realidad que pinta tu mañana,
transparencias cristalizan en el ventanal de tu mirada,
la frialdad de un corazón desencantado
que ha perdido la habilidad para soñar.
(Espero que llegue un verano cálido
a devolver la esperanza a tu mirar)
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