Me gusta la sencillez en las letras, aunque también conozco palabras complejas.
Me gusta la simplicidad de una frase concisa, de una rima bien hecha, de palabras sencillas... aunque también admiro la belleza de las complicadas descripciones que juegan con la sensualidad de las palabras complejas, que construyen torres en palacios de palabras siguiendo el plano de la ilírica hermosura y no la autenticidad de la comprensión.
A veces también me gustan las construcciones arbitrarias, palabras que escalan sobre palabras sin un orden determinado y nacen del golpe de suerte de un instante de inspiración hilarante.
Y por supuesto también me gustan las escaleras de palabras que despiertan emociones, las que llaman a nuestros sentidos y confunden nuestros instintos sensoriales.
En definitiva, soy adicta a la magia que construyen las palabras y admiradora ferviente de los arquitectos de la construcción literaria.
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