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sábado, 20 de octubre de 2012

El día más feliz de mi vida. Prólogo


Está llorando. La mujer que amo está llorando. Quiero secar sus lágrimas y consolar su corazón pero no puedo. No puedo porque yo soy la causa de su llanto. No puedo porque ella llora por mí. La mujer que amo está llorando por mí y yo no puedo consolarla porque ya no estoy a su lado. Si tan solo pudiera retenerla en mis brazos una vez más…

¿Pero por qué será? ¿Por qué será que sus lágrimas me parecen tan hermosas?  Como cuentas de cristal coronando su tristeza. Incluso cuando llora me parece hermosa. Cuando sus ojos se hinchan y sus mejillas se sonrojan… ese rostro que se compunge cada vez que está a punto de llorar, es tan conocido, tan confortable, tan hermoso… Para mí ella siempre ha sido la mujer más bella del mundo. Dicen que el amor es ciego, pero también es sordo y mudo. Mi amor lo es, este amor que me mantiene lejos y me impide consolarla… a la mujer que amo y llora por mí. Si tan solo pudiera abrazarla una última vez… si tan solo pudiera prometerle que todo irá bien… si tan solo pudiera quedarme a su lado hasta que sus ojos se sequen y dejen de llorar por mí… si tan solo la vida no hubiera sido tan cruel con nosotros… si tan solo… estuviera yo aquí. Pero no estoy y la mujer que amo llora por mí, me llora a mí y llora mi ausencia.





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