Me dejaste bajo la lluvia,
te llevaste mi paraguas
e incapaz de volver a casa
me dejé empapar por la nostalgia.
Llega un nuevo día
y el sol brilla
sobre un cielo azul intenso
pero mi mundo es gris;
al otro lado de la ventana
los niños juegan,
la vida sigue,
el tiempo rueda
pero en este lado del espejo
el mundo se ha detenido
amortajado de añil.
Tu adiós no llegó como una tormenta
sino como una llovizna
en una tarde de primavera
y antes de darme cuenta
estaba tiritando enferma
de nostalgia y ausencia.
Pero la vida sigue,
el tiempo no espera a nadie,
y me levanto
para seguir hacia delante,
a quién le importa
que mi corazón húmedo llore
lágrimas de sangre.
Me dejaste bajo la lluvia,
(tú que eras mi sol)
te llevaste mi paraguas
(tú que me resguardabas)
e incapaz de volver a casa
(tú que eras mi hogar)
me dejé empapar por la nostalgia
de tu despedida.
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