De regreso a mi ciudad,
paseando por las calles
que una vez pisamos juntos
de pronto se asoman los recuerdos
al ventanal de mi memoria
y sin quererlo
pienso en ti.
Todos los momentos
que pudieron ser y nunca fueron,
todas las palabras
que sin nacer en mis labios perecieron,
todos los sueños
que cautivos de mis miedos
sin volar se extinguieron...
todos ellos
son cenizas del pasado.
Y me pregunto
si alguna vez piensas en mí,
si soy tan siquiera un recuerdo
o si ya me has dejado atrás,
abandonada en la encrucijada del tiempo.
Para serte sincera
yo ocupada con vivir
raramente te pienso
pero a veces regreso
de paseo
por el jardín de nuestros momentos
y entonces me pregunto
lo que pudimos ser y nunca fuimos,
lo que fuimos y nunca seremos,
en días como hoy
cuando a la deriva navego
por el mar de la nostalgia,
hasta que la realidad llama a la puerta
y te dejo marchar sin lamento,
confío en que llegaremos a buen puerto,
mientras serás siempre una isla en mi océano,
un momento agridulce,
una ráfaga de viento
que hondeó la bandera de mis sentimientos,
las cenizas apagadas de un viejo fuego,
las nubes que algodonaron un sueño,
serás un principio que nunca comenzó
y el punto que puso final a una frase
y dio inicio a un capítulo nuevo.
De regreso a mi ciudad
paseando por los recuerdos
que nunca fueron nuestros
de pronto se asoma la nostalgia
al ventanal de mi memoria
y sin quererlo
me pregunto
si a veces piensas en mí
como yo hoy en ti.
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