Regreso a casa,
sola,
tan sola,
sin el eco de tus pasos
que me acompañan.
Las calles una cacofonía de sonidos
pero en mi corazón solo hay silencio,
el mundo se hace un hatillo
con sus luces y colores
y enmudece la felicidad.
No te pienso
pero el recuerdo se cuela
por un resquicio del inconsciente,
las mismas calles,
las mismas gentes,
los mismos ruidos,
luces y colores,
pero todo es distinto.
Contigo
la vida se tornaba en carrusel,
yo una niña de júbilo y placer,
cada vuelta
descubría una nueva ilusión,
ascendía y descendía
en la montaña rusa del amor.
Pero ahora tú no estás
y yo regreso a casa,
sola,
tan sola,
sin el eco de tus pasos
que me acompañan.
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