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viernes, 28 de diciembre de 2012

Te has vuelto un hábito

Te has vuelto un hábito,
como el tabaco,
aunque ya te he dejado
mis dedos se mueven por voluntad propia,
salen a buscarte,
mis labios juegan con el fantasma de tus labios,
se empeñan en recordarte.

Una adicción,
un sabor inolvidable,
tu amor,
un hábito inquebrantable,
que me seduce
y me rompe.

Como un hábito
mis pies salen a caminar,
me llevan de paseo por la ciudad,
reconstruyen el camino de nuestros recuerdos,
acechas en cada esquina,
listo para emboscar mi memoria.

Te has vuelto un hábito,
una necesidad,
aunque lo intento
no puedo dejarte atrás.


Una adicción,
un sabor inolvidable,
tu amor,
un hábito inquebrantable,
que me seduce
y me rompe.

Como un hábito
mis pasos me llevan de vuelta
al pasado, por la avenida del tiempo,
y despierto del sueño para encontrarme en tu portal,
doy la vuelta con abatimiento
y regreso a mi realidad,
esa realidad donde tú no estás.


Te has vuelto un hábito,
una necesidad,
aunque lo intento
no puedo dejarte atrás.


Una adicción,
un sabor inolvidable,
tu amor,
un hábito inquebrantable,
que me seduce
y me rompe.

Te has vuelto un hábito,
como el tabaco,
aunque ya te he dejado
recuerdo vívidamente tu sabor,
una adicción,
respiré demasiado humo,
tu amor,
una necesidad,
un hábito inquebrantable,
una experiencia inolvidable
que me sedujo
y me rompió.

Te has vuelto un hábito
como el tabaco,
aunque ya te he dejado
siempre vuelvo.

Pero esta vez no,
no eres una necesidad
sino una ilusión;
pongo un parche a mi corazón
y salgo en busca de un nuevo sabor,
tal vez esta vez el verdadero amor.



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