En el instante
en que el ocaso desciende
regreso a buscarte
al mismo lugar de siempre,
pues no puedo volver
al mismo momento,
el tiempo se fue
pero quedó el sentimiento.
Noche tras noche
las estrellas encienden mis sueños,
velas diminutas de esperanza
que regresan a iluminar tu recuerdo,
a nadar junto a la luna desnuda
cautiva del mar sin arrepentimiento.
Día tras día
la aurora despierta
y funde en su luz mis estrellas,
disipa los sueños,
ensombrece el recuerdo,
y me baña desnuda,
cautiva del silencio
en la realidad
lejana de nuestros momentos
Nuestro tiempo se fue
pero aún viven en mi
los resto de aquel sentimiento
que junto a ti compartí,
dime si cada noche estrellada
tú también piensas en mí
o si ya me dejaste ir.
Cautivos cautivados de los restos del amor,
náufragos a la deriva en la tormenta del corazón.
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