Tú eras fuego,
yo era papel,
me encendiste
y me viste arder
¡Qué hermoso el rojo
de la pasión
con que incendiaste
mi corazón!
Y cuando se consumió
me dejaste caer,
choqué contra la realidad
y tú prendiste a otra mujer
Tú eres mechero
y yo colilla,
cenizas grises
de una despedida
Aquí tirada entre las huellas
de las memorias que se difuminan
veo tus pasos alejarse
entre el humo de las ilusiones extinguidas
Tú eras fuego
yo era papel
me encendiste
y me dejaste arder,
me incineraste con el fuego de la pasión,
te llevaste el humo de la ilusión
y con las cenizas de mi corazón
maquillaste un nuevo amor.
Tú eres mechero
y yo colilla,
cenizas grises
de una despedida,
que observa impotente como te alejas
con los retazos de la inocencia perdida.
¿Habrá alguien que quiera recoger
a la colilla de una pasión vencida?
Alguien capaz de barrer las cenizas
que ensombrecen el corazón de esta mujer.
Estaré sentada en la intersección de la vida
entre los recuerdos segregados de viejas fotografías.
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