En su piel
escribí mi poesía,
suspiros en tinta,
derramé mis rimas
entre los pliegues
de sus fantasías.
Con mi imaginación
desvelé sus sueños,
amé su cuerpo,
me inscribí en él.
Caricia a caricia
me volví palabra,
lo volví palabra,
me desnudé de palabras,
me robó palabras.
Y a la deriva,
yo poeta perdido,
él se hizo poesía.
Mi poesía.
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