Cada mentira que nace de tus labios
sé que no es sino producto de tus desvarios,
no me mires con esos ojos tan puros
tras los que enmascaras el poder de tu embrujo
y esa sonrisa que se viste de seda
para conquistar corazones bajo la luna llena.
Veo a través de ti
y aun así me engañas,
me desnudas y me bañas
en el licor de tus caderas,
me emborrachas
hasta perder la razón
y cuando bajo la guardia
y visto la bandera blanca
es ya demasiado tarde,
me has devorado el corazón.
Cansado de tus mentiras
vivo sumergido en ellas,
atrapado en la red de tus engaños
me cuesta incluso respirar,
pero no importa
porque sin tus falsas sonrisas,
sin la mirada pura del deseo,
sin mi derrota en tu victoria
no podría vivir y amar;
tú, princesa del descaro,
reina de los disfraces,
emperatriz de las mascaradas,
solo tú me puedes conquistar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario