¿Qué tal estás?-
una pregunta que me hacen a diario,
inocente cortesía.
Bien-
la respuesta casi escapa de mis labios
como un autómata.
Pero algo se remueve en mi interior,
algo que en silencio grita
¡NO ESTOY BIEN!
No estoy bien
en un país que mutila las alas a mis derechos,
que recluye mi libertad como mujer,
siglos de historia, sudor y sangre,
en los entresijos de sus luchas de poder.
No estoy bien
con quien fuerza en mi piel sus ideales
y juzga con lente opaca mis principios,
con quién toma por mí mis decisiones
y decide sobre mi cuerpo sin permiso.
No estoy bien,
No, no estoy bien
¿Y tú?
¿Cómo estás?
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