El rey coronó a la reina
con una corona de espinas,
sus lágrimas de sangre roja
como el ácido de sus mentiras.
Bailó desnuda en su banquete
con sus espinas y sus disfraces
ante los hombres que la tuvieron
y juraron fieles sus estandartes.
A cada unos de los comensales
que le juraron amor eterno
la reina les regaló una rosa
y con sus espinas hizo correr la sangre roja.
El rey bebió en copa dorada
la sangre de sus mentirosos
y dejó que la reina coronada bailara
vestida de escarlata y oro.
La reina baila desnuda
con su corona de espinas
entre los cuerpos de sus amantes
con solo su piel vestida
y gira con sus fantasmas
y muere con sus espigas
bajo la mirada acusadora
del rey que no la quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario