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martes, 31 de marzo de 2015

A white dead flower

She picked a flower by the road,
a white, dead, flower,
beneath the wandering moon,
a white, dead, flower,
she brought it home,
a white, dead, flower,
she put it in a vase,
a white, dead, flower
and it flourished again,
the white, dead, flower.

A white, living, flower.

But why could not her love
flourish again?

In the vase of her heart
a dying flower.

-Inspirado en "Glass No Ie"-


A silent man

A man is watching the moon,
a silent man,
he's drowning in memories,
Could the moon be
a window to the past?
Flowers are withering in the heart
of a silent man.

-Inspirado en "Glass House"-




martes, 17 de marzo de 2015

Las estaciones del corazón

¡Cuán hermoso ver
el paso de las estaciones!
La primavera que se anuncia
en la sonrisa de las flores,
los botones de oro que visten
el jade de los valles
y el aroma de las mimosas
que disfraza el aire.

El suspiro del viento
acaricia mi oído,
habla de tiempos pasados,
susurros de olvido.
Al él le entrego mis secretos,
lo que en voz nunca digo,
que despido el invierno
de mi corazón consentido.

Visto la nostalgia
en tonos vespertinos,
sobre un lecho de camelias
abandoné un camino,
el amor de otra vida
yace allí dormido,
en las eternas noches
de los meses fríos.

Mientras me despido
esa parte de mí que nunca duerme
sabe que nunca abriré mi corazón
como a ti con nadie,
sabe que no me amarán
jamás como tú me amaste,
sabe que nunca amaré
como a ti te amé.

Pero también sabe
que el querer es capricho,
que no puede unir dos almas opuestas
bajo un mismo destino.

En el ocaso de mis sentimientos
he sido la daga
que cercena tu lamento,
no sigas mi luz
solo lleva a fuego,
en mi corazón helado
no está tu sendero. 

Solo nos hacemos daño,
he terminado este engaño,
con la honestidad
llamo al final de nuestro calendario
y el mes de febrero
ha pasado en duelo,
pero el sol asoma
siempre tras las eternas noches
del largo, frío invierno.

El solsticio 
llama a un nuevo comienzo.

viernes, 13 de marzo de 2015

Érase una vez

La distancia
se asienta entre nosotros,
una extraña,
extranjera a nuestra sinsubstancia.

Érase una vez
cuando existíamos nosotros,
érase una vez.

El tiempo difumina los trazos,
pinceladas de un mañana que se esfuma,
a la deriva se funde aquel lazo
que cohesionaba a la realidad
un cuento sin hadas que fuma
su última calada de fantasía
antes de aterrizar. 

Érase una vez
lo que fuimos,
érase una vez
lo que no somos,
érase una vez.

Voces que reverberan 
desde las profundidades del recuerdo,
retazos de promesas
que se encadenan al pasado,
tiempo desangrado en verso
y nosotros
que una vez fuimos
pero ya no somos,
que fuimos
y no somos,
ni seremos. 

Por aquel
érase una vez